viernes, 9 de noviembre de 2012

Saga Crónicas Vampíricas; Anne Rice

Entrevista con el vampiro 


«—Pero ¿cuánta cinta tienes? —preguntó el vampiro, y se volvió para que el muchacho pudiera verle el perfil—. ¿Suficiente para la historia de una vida? —Desde luego. Pero tiene que ser una buena vida. Eso es justo, ¿no le parece? —Sumamente justo —contestó el vampiro—. Me gustaría contarte la historia de mi vida. Me gustaría mucho.» Posiblemente la más original historia de vampiros jamás escrita, la novela de Anne Rice es un clásico de nuestro tiempo y ha sido llevada al cine.

En esta novela, Anne Rice narra la conversión de un joven de Nueva Orleans en eterno habitante de la noche. El protagonista, llevado por el sentimiento de culpabilidad que le ha causado la muerte de su hemano menor, anhela transformarse en un ser maldito. Sin embargo, ya desde el inicio de su vida sobrenatural, se siente invadido por los sentimientos más humanos, como el amor que lo ata a una de sus víctimas, una pasión no exenta, de dependencia sexual y psicológica.

Lestat, el vampiro

Inmortal y sediento de sangre humana, Lestat ansía descubrir el secreto de su inmortalidad. Eso le llevará a recorrer un variado espectro de lugares y entornos sociales que hace de la suya una apasionante biografía: desde el lascivo París del siglo XVIII hasta la Roma de Augusto y la Bretaña de los druidas; desde el Egipto satánico de la prehistoria hasta el mundo frenético de las estrellas del rock... prácticamente toda la historia.

La reina de los condenados

En la tercera entrega de las Crónicas Vampíricas, nos aproximamos de nuevo al abismal mundo de Lestat, esta vez con su amante, la Reina de los Condenados. Lestat, convertido en una famosa estrella del rock, despierta con su música a Akasha, la Reina de los Condenados. La que una vez fuera la reina del Nilo, toma a Lestat como amante y mano derecha, y vuelca todas sus fuerzas en la destrucción de vampiros y varones con el fin de que las hembras creen un nuevo orden. Pese a las súplicas de Lestat, los deseos de la Reina son irrefrenables, y será necesario un sacrificio para acabar con sus ansias de destrucción.
 
La madre de todos los vampiros, el vampiro original, ha despertado, y está furiosa. Se dedica a recorrer el mundo destruyendo a todos sus hijos, menos a Lestat, del que está enamorada. Este intenta persuadirla para que cese su empeño, pero no hay manera. Por otra parte, tenemos una sociedad ocultista que estudia los fenómenos y seres paranormales, y dos gemelas, que son la clave para detener la matanza.

“Yo soy el vampiro Lestat. ¿Me recordáis? El vampiro que llegó a ser una superestrella del rock, el que escribió su autobiografía. El de pelo rubio y ojos grises, el de insaciables  deseos  de hacerse visible y famoso. Me recordáis. Quise ser un símbolo del mal en un siglo iluminado en donde el mal (en el sentido estricto de la palabra) que soy yo no tiene lugar. Me imaginé incluso que, de esta forma, haría algún bien: jugando a ser el diablo en el escenario.

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El ladrón de cuerpos



Lestat ha gozado de una existencia cómoda, su supremacía indiscutida en el mundo de la noche colmaba sus aspiraciones. Pero una duda le llevará a replantearse la razón de su existencia. Impulsado por su afán de conocer -a la vez intelectual y argumental, racional y vital- que por primera vez hará tambalear los cimientos de su reinado de penumbras.

Memnoch, el diablo
«Fijaos en mí: soy vuestro héroe, la perfecta imitación de un anglosajón rubio de ojo azules y metro ochenta de estatura. Soy un vampiro, uno de los más poderosos que han existido jamás. Tengo unos colmillos tan pequeños que apenas resultan visibles, a menos que yo quiera, pero muy afilados, y cada pocas horas siento el deseo de beber sangre humana.
Poseo una fuerza monstruosa. Soy capaz de volar y de captar una conversación en el otro extremo de la ciudad, e incluso del globo. Adivino el pensamiento; puedo hechizar a la gente.
Soy inmortal. Desde 1789, no tengo edad.»

Armand, el vampiro

En voz baja y con la pesada carga de quinientos años de intensa existencia a sus espaldas, Armand, el vampiro ha decidido contar su verdad a un poderoso y antiguo compañero de las sombras, David Talbot. En un desvencijado templo de la húmeda y contemporánea Nueva Orleans, donde yace imperturbable y dormido el cuerpo de Lestat, Armand recorrerá los caminos de sus recuerdos, a modo de regalo para dos humanos a los que ama por encima de todas las cosas: la hermosa Sybelle y el pequeño Benji.
Sus más de cinco siglos de historia se remontan a una Constantinopla gobernada por los turcos, adonde arriba un hermoso y joven esclavo capturado en las regiones más agrestes de Rusia. En aquel lugar comienza su triste y oscuro periplo existencial, cuando él, un bello efebo, es sometido a las leyes de un destino inescrutable, siendo transportado y vendido en Venecia por los despiadados tártaros. En aquella bellísima ciudad levantada sobre las aguas, Armand es entregado a su creador: el rico y cultivado Marius de Romanus. Un vampiro magnífico y poderoso que hará olvidar al angelical muchacho su pasado humano. De la apasionada relación entre ambos, de la admiración del discípulo por el maestro y de la savia nueva que aporta el Renacimiento, nace y toma forma el amasijo de dudas que configuran la compleja personalidad de Armand. Un no muerto de corazón dolorido y plagado de inquietudes sobre la belleza de las formas y la existencia de Dios.

Merrick
Aunque situarse después de la vertiginosa aventura de Lestat en “Memnoch el diablo” es un poco difícil aceptar que el protagonista y narrador es nada más ni nada menos que David Talbot el antiguo líder de Talamasca seducido por el encanto oscuro de Lestat, nos muestra un poco de su pasado y su historia amorosa con la mística e irreverente diosa del vudu Merrick Mayfair. Habla de la vida de la enigmática chica desde que sus caminos se cruzaron por misteriosos hilos que no componen parte de las coincidencias si no del destino.Así pues después de reencontrarse David expone sus oscuros deseos a Merrick quien seducida por la curiosidad y después por sentimientos más profundo accede a ayudarlo en su viaje en busca de la vida después de la muerte. En esta historia vemos un mundo sin Lestat y lo terible que puede ser, también la perspectiva de vida de uno de los inmortales más carismáticos de todos: Louis, quien se ve tentado mas que nunca a retar su suerte y su carácter.


Sangre y oro
«Se llamaba Thorne. En la antigua lengua rúnica, era un nombre más largo: Thornevald. Pero cuando se convirtió en bebedor de sangre, pasó a llamarse Thorne. Y en esos momentos, siglos más tarde, cuando yacía en su cueva de hielo, soñando, seguía llamándose Thorne.
Al llegar a la tierra del hielo, había confiado en poder dormir eternamente. Pero de vez en cuando despertaba en él el ansia de beber sangre y, cuando le sucedía, utilizaba el don de elevarse sobre las nubes para ir en busca de los cazadores de las nieves.»


Asediado por los recuerdos, Marius siente que ha llegado el momento de revelar los secretos de su milenaria existencia. Este ser solitario e inmortal evoca sus experiencias de senador romano, entre druidas y como protector de Akasha y Enkil, reyes de los vampiros. Se detiene en su ampor por Pandora y en su tarea como mentor de Lestat. Rememora también la caída de Roma, su huida a Constantinopla, patria de la insaciable Eudoxia, y el regresto a la Italia renacentista.

El Santuario

«He leído tus Crónicas Vampíricas de cabo a rabo. Me las regaló mi creador, un antiguo buscador de sangre que, según su versión de los hechos, me concedió asimismo una fuerza extraordinaria. En tus relatos, te refieres a los orígenes de los vampiros, citando a una antigua bebedora de sangre egipcia que relató la historia a Marius, el sabio, el cual siglos atrás te lo transmitió a ti.
Ignoro si tú y Marius os inventasteis algunas de las historias que relatas en tus libros. Es posible que tú y tus camaradas, la secta de eruditos, como os denomináis ahora, tengáis por costumbre contar mentiras. Pero no lo creo. Yo mismo soy prueba de que los bebedores de sangre existen –ya se llamen bebedores de sangre, vampiros, hijos de la noche o hijos del milenio–, y la forma en que me convertí en uno de ellos confirma lo que describes en tus crónicas.»

Cántico de sangre
Lestat, quien ya fuera esencia de la maldad, lucha esta vez contra su propia condición de vampiro anhelando alcanzar la pureza. Al mismo tiempo se enfrenta a diferentes fantasmas, leyendas y secretos, así como al misterio de Taltos, mientras trata de reconducir el destino de su amada Rowan Mayfair. En Cántico de sangre coinciden varios personajes de las legendarias series de Anne RiceCrónicas Vampíricas y Las Brujas de Mayfair. Reaparecen Mona Mayfair, la mujer que mientras espera la muerte en Blackwood Farm es arrastrada al reino de los inmortales; Rowan Mayfair, la bruja y neurocirujana que siente una peligrosa atracción por Lestat; Patsy, una cantante de country que regresa para enfrentarse a la persona que la asesinó; y el espíritu de Julien Mayfair, el guardián de la familia, cuya misión consiste en vengarse de Lestat


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